Voces y Fuerzas que Inspiran a Nuestras Comunidades Indígenas
La solidaridad tiene muchos rostros. Hay quienes ayudan desde el silencio y quienes lo hacen con la fuerza de su voz, su talento y su ejemplo. En la Fundación Usos, Costumbres y Tradiciones de los Pueblos del Mundo, A.C., creemos que cada aliado es un faro que ilumina el camino de niñas, niños y jóvenes indígenas que sueñan con un futuro lleno de dignidad y oportunidades.
Nuestros “Embajadores de la Identidad” son más que figuras reconocidas: son seres humanos con un profundo amor por sus semejantes. Con su historia, esfuerzo y trayectoria, nos recuerdan que el deporte y la cultura son puentes capaces de unir corazones y transformar realidades.
Horacio Llamas: el pionero que abrió las puertas
Cuando hablamos de sueños cumplidos, Horacio Llamas Grey ocupa un lugar especial en la memoria colectiva. Nacido en Rosario, Sinaloa, se convirtió en el primer mexicano en jugar en la NBA, un hito que marcó generaciones. Su paso por los Phoenix Suns no fue solo un triunfo personal, sino una muestra de que la perseverancia puede derribar fronteras.
Hoy, como Embajador de la Identidad, Horacio nos inspira a creer que los jóvenes indígenas que pisan las canchas más humildes también pueden soñar en grande. Su legado es un recordatorio de que la identidad mexicana también brilla en los escenarios internacionales.
Luis Adrián: el tenor que cantó desde el corazón
El tenor oaxaqueño Luis Adrián representa una voz que trasciende fronteras y condiciones físicas. En la final del programa “El Retador”, obtuvo el triunfo desde una habitación de hotel, después de dar positivo a COVID-19. Conmovido, pidió cantar desde allí y, a capela, conquistó no solo al público, sino también el corazón de los jueces, llevándose el trofeo… y un respaldo multitudinario de admiración.
Nacido en la capital de Oaxaca, proviene de una familia musical. Se formó en técnica vocal con el maestro Gilberto Ávalos, y también perfeccionó su arte en Europa, con figuras como la soprano Cynthia Lawrence y el barítono Sherrill Milnes. Obtuvo papeles en operas como Don Giovanni, presentándose en el Prague Summer Nights Festival, en lugares emblemáticos como el Teatro de la República Checa, el Palacio de Liechtenstein o el Smetana Hall.
Luis Adrián ha sido reconocido con numerosos galardones por su talento y su vocación altruista: El pergamino de Oro al mérito Andrés Henestrosa, El Laurel de oro, La Voz de oro, Premio Club Rotario Guelaguetza, y fue ganador en La Voz México 2017, además del mencionado triunfo en El Retador.
Víctor Ávila: la fuerza del compromiso
El basquetbolista profesional Víctor Ávila, nacido en Tijuana, Baja California, es reconocido por su disciplina y entrega dentro y fuera de la cancha. Con una trayectoria que lo llevó a representar a México en torneos internacionales y a formar parte de equipos destacados, su vida es un ejemplo de constancia y esfuerzo.
Su compromiso con las comunidades no se limita al deporte. Como aliado de la Fundación; Víctor muestra que el verdadero triunfo está en regresar a la gente lo aprendido, motivando a nuevas generaciones a luchar con pasión y nunca rendirse.
Bernardo Ruiz Juárez “Apocalypto”: el artista que llevó nuestras raíces al cine y al arte
El Embajador de la Identidad Bernardo Ruiz Juárez, originario de San Marcial, Miahuatlán, Oaxaca, nos recuerda el poder de la cultura y la memoria viva. Actor y artista plástico de origen zapoteca, comenzó su formación escénica en talleres comunitarios como La Casa de los Teatros, participando en obras que honran la herencia prehispánica oaxaqueña. Su talento se proyectó al mundo cuando interpretó al guerrero maya “Cuatro Borrachos” en la película Apocalypto (2006), dirigida por Mel Gibson, una obra que capturó la fuerza y complejidad de las civilizaciones indígenas.
Como artista plástico, Bernardo ha impulsado su voz creativa más allá del lienzo. Sus obras han sido premiadas en concursos como “La imagen de Juárez en el arte popular” (Mención Honorífica) y “PINTA TU MUNDO” (Primer lugar), además de recibir financiación por proyectos como “Mitos y Realidades” del FOESCA. También habla zapoteco, su lengua materna, y lo integra con orgullo en su obra y actuación.
Bernardo Ruiz Juárez es símbolo de resistencia cultural. Con su presencia como Embajador de la Identidad, nos enseña que el arte mueve fronteras y nos conecta con nuestras raíces profundas; y que, incluso desde el cine y los pinceles, podemos llevar la esencia ancestral al centro del mundo contemporáneo.
Óscar Castellanos: identidad y orgullo en movimiento
Desde su formación en el basquetbol estudiantil hasta convertirse en referente nacional, Óscar Castellanos ha dejado huella en cada paso de su carrera. Con una trayectoria sólida y un espíritu siempre enfocado en la superación, Óscar representa lo mejor del talento deportivo mexicano.
Como Embajador de la Identidad, nos recuerda que el deporte no es solo competencia, sino también identidad, disciplina y orgullo. Con su apoyo, buscamos que más jóvenes indígenas encuentren en el deporte una herramienta para transformar su vida.
César Briseño “La Makina”: la fuerza de un corazón indomable
Con 1.99 mts de estatura y 120 kg de entrega total, César Briseño, conocido como “La Makina”, ha construido una trayectoria imponente en el basquetbol nacional. Bicampeón universitario con el ITESM Toluca, jugador de la Liga Nacional, del Cibacopa y de ligas estatales como la de Chihuahua, su carrera es reflejo de lucha constante.
Hoy, además de ser Power Forward del equipo Raptors CDMX, dedica su tiempo a entrenar a nuevas generaciones en diferentes categorías del club. Con su lema “Refuse to lose” (Negarse a perder), César demuestra que el verdadero triunfo no está solo en el marcador, sino en nunca rendirse ante la vida.
Su papel como Embajador de la Identidad es un símbolo de resiliencia y esperanza para miles de jóvenes que buscan en el deporte un camino hacia el futuro.
Más que aliados, ejemplos vivos
Cada uno de estos Embajadores de la Identidad encarna valores que son esenciales para nuestra misión: esfuerzo, compromiso, identidad, solidaridad y amor por la comunidad. Con su respaldo, nuestros proyectos deportivos y culturales se fortalecen, llegando cada vez a más rincones de México donde la ayuda es necesaria.
Ellos son prueba viva de que el éxito no se mide solo en títulos o victorias, sino en la capacidad de inspirar y tender la mano a quienes más lo necesitan. No solo son estrellas o personajes públicos: son sembradores de esperanza. Su ejemplo nos enseña que el talento, cuando se comparte, se convierte en motor de transformación social.
En Raíces en Movimiento, celebramos su compromiso y te invitamos a caminar junto a ellos. Porque cuando la solidaridad, el deporte y la cultura se unen, florecen comunidades más fuertes, más orgullosas y más libres.
“Fortalecemos Nuestra Identidad, Impulsando Talentos Indígenas”